2 Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre.
3 En ese tiempo, el diablo
se le acercó y le dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan.
4 Jesús le dijo:
5 Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo,
6 y dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen:
“Él ordenará a sus ángeles que te protejan.
Y te sostendrán con sus manos
para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”
.
7 Jesús le respondió:
8 Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos.
9 —Te daré todo esto —dijo— si te arrodillas y me adoras.
10 —le dijo Jesús—,
11 Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús.
12 Comienzo del ministerio de Jesús
Cuando Jesús oyó que habían arrestado a Juan, salió de Judea y regresó a Galilea.
13 Primero fue a Nazaret, luego salió de allí y siguió hasta Capernaúm, junto al mar de Galilea, en la región de Zabulón y Neftalí.
14 Así se cumplió lo que Dios dijo por medio del profeta Isaías:
15 «En la tierra de Zabulón y Neftalí,
junto al mar, más allá del río Jordán,
en Galilea, donde viven tantos gentiles,
16 la gente que estaba en la oscuridad
ha visto una gran luz.
Y para aquellos que vivían en la tierra donde la muerte arroja su sombra,
ha brillado una luz»
.
17 A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar:
18 Primeros discípulos
Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a dos hermanos —a Simón, también llamado Pedro, y a Andrés— que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca.
19 Jesús los llamó:
20 Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
21 Un poco más adelante por la orilla, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, sentados en una barca junto a su padre, Zebedeo, reparando las redes. También los llamó para que lo siguieran.
22 Ellos, dejando atrás la barca y a su padre, lo siguieron de inmediato.
23 Multitudes siguen a Jesús
Jesús viajó por toda la región de Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la Buena Noticia del reino, y sanando a la gente de toda clase de enfermedades y dolencias.
24 Las noticias acerca de él corrieron y llegaron tan lejos como Siria, y pronto la gente comenzó a llevarle a todo el que estuviera enfermo. Y él los sanaba a todos, cualquiera fuera la enfermedad o el dolor que tuvieran, o si estaban poseídos por demonios, o eran epilépticos o paralíticos.
25 Numerosas multitudes lo seguían a todas partes: gente de Galilea, de las Diez Ciudades,
de Jerusalén, de toda Judea y del oriente del río Jordán.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre.

English Standard Version ESV

Matthew 4:2 And after fasting forty days and forty nights, he was hungry.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Mateo 4:2 Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Matthew 4:2 And when He had fasted forty days and forty nights, afterward He was hungry.

Nueva Versión Internacional NVI

Mateo 4:2 Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Mateo 4:2 Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Mateo 4:2 Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre.

Herramientas de Estudio para Mateo 4:2-25