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En esos días, antes del diluvio, la gente disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en su barco.
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La gente no se daba cuenta de lo que iba a suceder hasta que llegó el diluvio y arrasó con todos. Así será cuando venga el Hijo del Hombre.
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»Dos hombres estarán trabajando juntos en el campo; uno será llevado, el otro será dejado.
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Dos mujeres estarán moliendo harina en el molino; una será llevada, la otra será dejada.
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»¡Así que ustedes también deben estar alerta!, porque no saben qué día vendrá su Señor.
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Entiendan lo siguiente: si el dueño de una casa supiera exactamente a qué hora viene un ladrón, se mantendría alerta y no dejaría que asaltara su casa.
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Ustedes también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen.
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»Un sirviente fiel y sensato es aquel a quien el amo puede darle la responsabilidad de dirigir a los demás sirvientes y alimentarlos.
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Si el amo regresa y encuentra que el sirviente ha hecho un buen trabajo, habrá una recompensa.
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Les digo la verdad, el amo pondrá a ese sirviente a cargo de todo lo que posee.
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¿Pero qué tal si el sirviente es malo y piensa: “Mi amo no regresará por un tiempo”
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y comienza a golpear a los otros sirvientes, a parrandear y a emborracharse?
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El amo regresará inesperadamente y sin previo aviso,
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cortará al sirviente en pedazos y le asignará un lugar con los hipócritas. En ese lugar habrá llanto y rechinar de dientes.