18
Y el que en el campo, no vuelva atrás á tomar sus vestidos.
19
Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!
20
Orad, pues, que vuestra huída no sea en invierno ni en sábado;
21
Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde el principio del mundo hasta ahora, ni será.
22
Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23
Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó allí, no creáis.
24
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos.
25
He aquí os lo he dicho antes.
26
Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está; no salgáis: He aquí en las cámaras; no creáis.
27
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
28
Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.