27
Y respondiendo á Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Ni yo os digo con qué autoridad hago esto.
28
Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy á trabajar en mi viña.
29
Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fué.
30
Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo, señor, voy. Y no fué.
31
¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dicen ellos: El primero. Díceles Jesús: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al reino de Dios.
32
Porque vino á vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; y los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
33
Oíd otra parábola: Fué un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dió á renta á labradores, y se partió lejos.
34
Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos á los labradores, para que recibiesen sus frutos.
35
Mas los labradores, tomando á los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon.
36
Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; é hicieron con ellos de la misma manera.
37
Y á la postre les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto á mi hijo.