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Jesús maldice la higuera
Por la mañana, cuando Jesús regresaba a Jerusalén, tuvo hambre
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y vio que había una higuera junto al camino. Se acercó para ver si tenía higos, pero solo había hojas. Entonces le dijo:
De inmediato, la higuera se marchitó.
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Al ver eso los discípulos quedaron asombrados y le preguntaron:
—¿Cómo se marchitó tan rápido la higuera?
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Entonces Jesús les dijo:
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Ustedes pueden orar por cualquier cosa, y si tienen fe la recibirán.
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Desafían la autoridad de Jesús
Cuando Jesús regresó al templo y comenzó a enseñar, se le acercaron los principales sacerdotes y los ancianos.
—¿Con qué autoridad haces todas estas cosas? —le reclamaron—. ¿Quién te dio el derecho?
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—respondió Jesús—.
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Ellos discutieron el asunto unos con otros: «Si decimos que provenía del cielo, nos preguntará por qué no le creímos a Juan;
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pero si decimos que era meramente humana, la multitud se volverá contra nosotros porque todos creen que Juan era un profeta».
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Entonces finalmente contestaron:
—No sabemos.
Y Jesús respondió:
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Parábola de los dos hijos