10 Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos
11 Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se había perdido
12 ¿Qué os parece? Si tuviera algún hombre cien ovejas, y se perdiera una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que se había perdido
13 Y si aconteciera que la hallara, de cierto os digo, que más se goza de aquella, que de las noventa y nueve que no se perdieron
14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños
15 Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o de tres testigos conste toda palabra
17 Y si no le oyere a ellos, dilo a la Iglesia; y si no oyere a la Iglesia, tenle por mundano y publicano
18 De cierto os digo que todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en el cielo
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos
21 Entonces Pedro, acercándose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete
22 Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete
23 Por lo cual, el Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos
25 Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y pagar
26 Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo
27 El señor, movido a misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda
28 Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba, diciendo: Detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo
30 Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagara la deuda

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Mateo 18:10 Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.

English Standard Version ESV

Matthew 18:10 "See that you do not despise one of these little ones. For I tell you that in heaven their angels always see the face of my Father who is in heaven.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Matthew 18:10 "Take heed that you do not despise one of these little ones, for I say to you that in heaven their angels always see the face of My Father who is in heaven.

Nueva Traducción Viviente NTV

Mateo 18:10 »Cuidado con despreciar a cualquiera de estos pequeños. Les digo que, en el cielo, sus ángeles siempre están en la presencia de mi Padre celestial.

Nueva Versión Internacional NVI

Mateo 18:10 »Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Mateo 18:10 Mirad no tengáis en poco á alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Mateo 18:10 Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.

Herramientas de Estudio para Mateo 18:10-30