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Jesús sana en el día de descanso
Luego Jesús entró en la sinagoga de ellos,
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y allí vio a un hombre que tenía una mano deforme. Los fariseos le preguntaron a Jesús:
—¿Permite la ley que una persona trabaje sanando en el día de descanso?
(Esperaban que él dijera que sí para poder levantar cargos en su contra).
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Él les respondió:
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¡Y cuánto más valiosa es una persona que una oveja! Así es, la ley permite que una persona haga el bien en el día de descanso.
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Después le dijo al hombre:
Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra!
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Entonces los fariseos convocaron a una reunión para tramar cómo matar a Jesús.
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Jesús, el Siervo elegido de Dios
Pero Jesús sabía lo que ellos tenían en mente. Entonces salió de esa región, y mucha gente lo siguió. Sanó a todos los enfermos de esa multitud,
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pero les advirtió que no revelaran quién era él.
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Con eso se cumplió la profecía de Isaías acerca de él:
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«Miren a mi Siervo, al que he elegido.
Él es mi Amado, quien me complace.
Pondré mi Espíritu sobre él,
y proclamará justicia a las naciones.
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No peleará ni gritará,
ni levantará su voz en público.