23
»Y ustedes, los de Capernaúm, ¿serán honrados en el cielo? No, descenderán al lugar de los muertos.
Pues, si hubiera hecho en la perversa ciudad de Sodoma los milagros que hice entre ustedes, la ciudad estaría aquí hasta el día de hoy.
24
Les digo que, el día del juicio, aun a Sodoma le irá mejor que a ustedes».
25
Jesús da gracias al Padre
En esa ocasión, Jesús hizo la siguiente oración:
26
Sí, Padre, ¡te agradó hacerlo de esa manera!
27
»Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo».
28
Luego dijo Jesús:
29
Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.
30
Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».