15
Mientras cruzaban el lago, Jesús les advirtió:
16
Al oír esto, comenzaron a discutir entre sí, pues no habían traído nada de pan.
17
Jesús supo lo que hablaban, así que les dijo:
18
“Tienen ojos, ¿y no pueden ver? Tienen oídos, ¿y no pueden oír?”
¿No recuerdan nada en absoluto?
19
—Doce —contestaron ellos.
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—Siete —dijeron.
21
—les preguntó.
22
Jesús sana a un ciego
Cuando llegaron a Betsaida, algunas personas llevaron a un hombre ciego ante Jesús y le suplicaron que lo tocara y lo sanara.
23
Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera de la aldea. Luego escupió en los ojos del hombre, puso sus manos sobre él y le preguntó:
24
El hombre miró a su alrededor y dijo:
—Sí, veo a algunas personas, pero no puedo verlas con claridad; parecen árboles que caminan.
25
Entonces Jesús puso nuevamente sus manos sobre los ojos del hombre y fueron abiertos. Su vista fue totalmente restaurada y podía ver todo con claridad.