4
A medida que esparcía la semilla por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros vinieron y se las comieron.
5
Otras cayeron en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda;
6
pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron.
7
Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes, así que esos brotes no produjeron grano.
8
Pero otras semillas cayeron en tierra fértil, y germinaron y crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!».
9
Luego les dijo:
10
Más tarde, cuando Jesús se quedó a solas con los doce discípulos y con las demás personas que se habían reunido, le preguntaron el significado de las parábolas.
11
Él contestó:
12
para que se cumplan las Escrituras:
“Cuando ellos vean lo que hago,
no aprenderán nada.
Cuando oigan lo que digo,
no entenderán.
De lo contrario, se volverían a mí
y serían perdonados”
».
13
Luego Jesús les dijo:
14
El agricultor siembra las semillas al llevar la palabra de Dios a otros.
15
Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero enseguida viene Satanás y lo quita.
16
Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo reciben con alegría;
17
pero como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen.
18
Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios,
19
pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida, el atractivo de la riqueza y el deseo por otras cosas, así que no se produce ningún fruto.
20
Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que oyen y aceptan la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!».
21
Parábola de la lámpara
Entonces Jesús les preguntó:
22
Pues todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a la luz.
23
El que tenga oídos para oír debería escuchar y entender».
24
Luego agregó: