34
Sin parábola no les hablaba; pero a sus discípulos en particular declaraba todo
35
Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos al otro lado
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Y enviando la multitud, le tomaron como estaba en el barco; y había también con él otros barquitos
37
Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se llenaba
38
El estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dijeron: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos
39
Y levantándose, increpó al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fue hecha grande bonanza
40
Y a ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe
41
Y temieron con gran temor, y decían el uno al otro. ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen