5 Jesús miró con enojo a los que lo rodeaban, profundamente entristecido por la dureza de su corazón. Entonces le dijo al hombre:
Así que el hombre la extendió, ¡y la mano quedó restaurada!
6 Los fariseos salieron enseguida y se reunieron con los partidarios de Herodes para tramar cómo matar a Jesús.
7 Multitudes siguen a Jesús
Jesús fue al lago con sus discípulos, y una gran multitud lo siguió. La gente llegaba de toda Galilea, Judea,
8 Jerusalén, Idumea, del oriente del río Jordán y de lugares tan al norte como Tiro y Sidón. Las noticias sobre sus milagros corrían por todas partes, y una enorme cantidad de personas llegó para verlo.
9 Jesús encargó a sus discípulos que prepararan una barca para que la multitud no lo apretujara.
10 Ese día sanó a tanta gente, que todos los enfermos empujaban hacia adelante para poder tocarlo.
11 Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos
lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»;
12 pero Jesús ordenó severamente a los espíritus que no revelaran quién era él.
13 Jesús escoge a los doce apóstoles
Tiempo después Jesús subió a un monte y llamó a los que quería que lo acompañaran. Todos ellos se acercaron a él.
14 Luego nombró a doce de ellos y los llamó sus apóstoles.
Ellos lo acompañarían, y él los enviaría a predicar
15 y les daría autoridad para expulsar demonios.
16 Estos son los doce que escogió:
Simón (a quien llamó Pedro),
17 Santiago y Juan (los hijos de Zebedeo, a quienes Jesús apodó «hijos del trueno»
),
18 Andrés,
Felipe,
Bartolomé,
Mateo,
Tomás,
Santiago (hijo de Alfeo),
Tadeo,
Simón (el zelote
),
19 Judas Iscariote (quien después lo traicionó).
20 Jesús y el príncipe de los demonios
Cierta vez, Jesús entró en una casa y las multitudes empezaron a juntarse nuevamente. Pronto ni él ni sus discípulos encontraron un momento para comer.
21 Cuando sus familiares oyeron lo que sucedía, intentaron llevárselo. «Está fuera de sí», decían.
22 Pero los maestros de la ley religiosa que habían llegado de Jerusalén decían: «Está poseído por Satanás,
el príncipe de los demonios. De él recibe el poder para expulsar los demonios».
23 Jesús los llamó para que se acercaran y respondió con una ilustración.
—preguntó—.
24 Un reino dividido por una guerra civil, acabará destruido.
25 De la misma manera una familia dividida por peleas se desintegrará.
26 Si Satanás está dividido y pelea contra sí mismo, ¿cómo podrá mantenerse en pie? Nunca sobreviviría.
27 Permítanme darles otra ilustración. ¿Quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte como Satanás y saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.
28 »Les digo la verdad, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados,
29 pero todo el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás será perdonado. Este es un pecado que acarrea consecuencias eternas».
30 Les dijo esto porque ellos decían: «Está poseído por un espíritu maligno».
31 La verdadera familia de Jesús
Luego la madre y los hermanos de Jesús vinieron a verlo. Se quedaron afuera y le mandaron a decir que saliera para hablar con ellos.
32 Había una multitud sentada alrededor de Jesús, y alguien dijo: «Tu madre y tus hermanos
están afuera y te llaman».
33 Jesús respondió:
34 Entonces miró a los que estaban a su alrededor y dijo:
35 Todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Marcos 3:5 Y mirándolos en torno con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo<***> al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano quedó sana.

English Standard Version ESV

Mark 3:5 And he looked around at them with anger, grieved at their hardness of heart, and said to the man, "Stretch out your hand." He stretched it out, and his hand was restored.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Marcos 3:5 Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra

King James Version KJV

Mark 3:5 And when he had looked round about on them with anger, being grieved for the hardness of their hearts, he saith unto the man,Stretch forth thine hand. And he stretched it out: and his hand was restored whole as the other.

New King James Version NKJV

Mark 3:5 And when He had looked around at them with anger, being grieved by the hardness of their hearts, He said to the man, "Stretch out your hand." And he stretched it out, and his hand was restored as whole as the other.

Nueva Versión Internacional NVI

Marcos 3:5 Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y le dijo al hombre:—Extiende la mano.La extendió, y la mano le quedó restablecida.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Marcos 3:5 Y mirándolos alrededor con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fué restituída sana.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Marcos 3:5 Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.

Herramientas de Estudio para Marcos 3:5-35