3
llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico en una camilla.
4
Como no podían llevarlo hasta Jesús debido a la multitud, abrieron un agujero en el techo, encima de donde estaba Jesús. Luego bajaron al hombre en la camilla, justo delante de Jesús.
5
Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico:
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Algunos de los maestros de la ley religiosa que estaban allí sentados pensaron:
7
«¿Qué es lo que dice? ¡Es una blasfemia! ¡Solo Dios puede perdonar pecados!».
8
En ese mismo instante, Jesús supo lo que pensaban, así que les preguntó:
9
¿Qué es más fácil decirle al paralítico: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie, toma tu camilla y camina”?
10
Entonces Jesús miró al paralítico y dijo:
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«¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».
12
Y el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y salió caminando entre los espectadores, que habían quedado atónitos. Todos estaban asombrados y alababan a Dios, exclamando: «¡Jamás hemos visto algo así!».
13
Jesús llama a Leví (Mateo)
Entonces Jesús salió de nuevo a la orilla del lago y enseñó a las multitudes que se acercaban a él.