3 En el camino, se preguntaban unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada de la tumba?»;
4 pero cuando llegaron, se fijaron y vieron que la piedra, que era muy grande, ya estaba corrida.
5 Cuando entraron en la tumba, vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho. Las mujeres estaban asustadas,
6 pero el ángel les dijo: «No se alarmen. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret,
el que fue crucificado. ¡No está aquí! ¡Ha resucitado! Miren, aquí es donde pusieron su cuerpo.
7 Ahora vayan y cuéntenles a sus discípulos, incluido Pedro, que Jesús va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo antes de morir».
8 Las mujeres, desconcertadas, huyeron temblando de la tumba y no dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas.
9 Después de que Jesús resucitó el domingo por la mañana temprano, la primera persona que lo vio fue María Magdalena, la mujer de quien él había expulsado siete demonios.
10 Ella fue a ver a los discípulos, quienes estaban lamentándose y llorando, y les dijo lo que había sucedido.
11 Sin embargo, cuando les dijo que Jesús estaba vivo y que lo había visto, ellos no le creyeron.
12 Tiempo después, Jesús se apareció en otra forma a dos de sus seguidores que iban caminando desde Jerusalén hacia el campo.
13 Ellos regresaron corriendo para contárselo a los demás, pero ninguno les creyó.
14 Incluso más tarde, se apareció a los once discípulos mientras comían juntos. Los reprendió por su obstinada incredulidad, porque se habían negado a creer a los que lo habían visto después de que resucitó.
15 Entonces les dijo:
16 El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado.
17 Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos idiomas.
18 Podrán tomar serpientes en las manos sin que nada les pase y, si beben algo venenoso, no les hará daño. Pondrán sus manos sobre los enfermos, y ellos sanarán».
19 Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con ellos, fue levantado al cielo y se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios.
20 Y los discípulos fueron por todas partes y predicaron, y el Señor actuaba por medio de ellos confirmando con muchas señales milagrosas lo que decían.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Marcos 16:3 Y se decían unas a otras: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?

English Standard Version ESV

Mark 16:3 And they were saying to one another, "Who will roll away the stone for us from the entrance of the tomb?"

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Marcos 16:3 Y decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la puerta del sepulcro

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Mark 16:3 And they said among themselves, "Who will roll away the stone from the door of the tomb for us?"

Nueva Versión Internacional NVI

Marcos 16:3 Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?»

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Marcos 16:3 Y decían entre sí: ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro?

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Marcos 16:3 Y decían entre sí: ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro?

Herramientas de Estudio para Marcos 16:3-20