1
Advertencia a los sacerdotes
»Escuchen, ustedes sacerdotes, ¡este mandato es para ustedes!
2
Escúchenme y decídan honrar mi nombre —dice el Señor
de los Ejércitos Celestiales— o enviaré una maldición terrible contra ustedes. Maldeciré hasta las bendiciones que reciban. En realidad ya las he maldecido, porque ustedes no han tomado a pecho mi advertencia.
3
Castigaré a sus descendientes y a ustedes les salpicaré la cara con el estiércol de los animales que sacrifican en sus festivales y luego los arrojaré sobre el montón de estiércol.
4
Entonces por fin sabrán que fui yo quien les envió esta advertencia, para que mi pacto con los levitas continúe, dice el Señor
de los Ejércitos Celestiales.
5
»El propósito de mi pacto con los levitas era darles vida y paz y eso fue lo que les di. De ellos se requería que me reverenciaran, y lo hicieron en gran manera y temieron mi nombre.
6
Comunicaron al pueblo la verdad de las instrucciones que recibieron de mí. No mintieron ni estafaron; anduvieron conmigo y llevaron vidas buenas y justas e hicieron volver a muchas personas de sus vidas pecaminosas.
7
»Las palabras que salen de la boca de un sacerdote deberían conservar el conocimiento de Dios y la gente debería acudir a él para recibir instrucción, porque el sacerdote es el mensajero del Señor
de los Ejércitos Celestiales.
8
No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas —dice el Señor
de los Ejércitos Celestiales—.
9
Por lo tanto, yo los he vuelto despreciables y los he humillado ante los ojos de todo el pueblo. Pues no me obedecieron sino que mostraron favoritismo en su forma de llevar a la práctica mis instrucciones».