5 Y si en algún pueblo se niegan a recibirlos, sacúdanse el polvo de los pies al salir para mostrar que abandonan a esas personas a su suerte».
6 Entonces ellos comenzaron su recorrido por las aldeas para predicar la Buena Noticia y sanar a los enfermos.
7 La confusión de Herodes
Cuando Herodes Antipas, el gobernante de Galilea,
oyó hablar de todo lo que Jesús hacía, quedó perplejo. Algunos decían que Juan el Bautista había resucitado de los muertos.
8 Otros pensaban que Jesús era Elías o algún otro profeta, levantado de los muertos.
9 «Decapité a Juan —decía Herodes—, así que, ¿quién es este hombre de quien oigo tantas historias?». Y siguió tratando de ver a Jesús.
10 Jesús alimenta a cinco mil
Cuando los apóstoles regresaron, le contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Luego él se retiró con ellos sin llamar la atención hacia la ciudad de Betsaida,
11 pero las multitudes descubrieron adónde iba y lo siguieron. Jesús los recibió y les enseñó acerca del reino de Dios y sanó a los que estaban enfermos.
12 Al atardecer, los doce discípulos se le acercaron y le dijeron:
—Despide a las multitudes para que puedan conseguir comida y encontrar alojamiento para la noche en las aldeas y granjas cercanas. En este lugar alejado no hay nada para comer.
13 Jesús les dijo:
—Pero lo único que tenemos son cinco panes y dos pescados —le respondieron—. ¿O esperas que vayamos y compremos suficiente comida para toda esta gente?
14 Pues había alrededor de cinco mil hombres allí.
Jesús les respondió:
15 Entonces todos se sentaron.
16 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos junto con los pescados para que los distribuyeran entre la gente.
17 Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró.
18 Declaración de Pedro acerca de Jesús
Cierto día, Jesús se alejó de las multitudes para orar a solas. Solo estaban con él sus discípulos, y les preguntó:
19 —Bueno —contestaron—, algunos dicen Juan el Bautista, otros dicen Elías, y otros dicen que eres uno de los otros antiguos profetas, que volvió de la muerte.
20 Entonces les preguntó:
Pedro contestó:
—¡Tú eres el Mesías
enviado por Dios!
21 Jesús predice su muerte
Jesús les advirtió a sus discípulos que no dijeran a nadie quién era él.
22 —les dijo—.
23 Entonces dijo a la multitud:
24 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás.
25 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero, pero te pierdes o destruyes a ti mismo?

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 9:5 Y en cuanto a los que no os reciban, al salir de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.

English Standard Version ESV

Luke 9:5 And wherever they do not receive you, when you leave that town shake off the dust from your feet as a testimony against them."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 9:5 Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 9:5 And whoever will not receive you, when you go out of that city, shake off the very dust from your feet as a testimony against them."

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 9:5 Si no los reciben bien, al salir de ese pueblo, sacúdanse el polvo de los pies como un testimonio contra sus habitantes».

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 9:5 Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 9:5 Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.

Herramientas de Estudio para Lucas 9:5-25