49
Y viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada
50
Y uno de ellos hirió al siervo del príncipe de los sacerdotes, y le quitó la oreja derecha
51
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Dejad hasta aquí. Y tocando su oreja, le sanó
52
Y Jesús dijo a los que habían venido a él, a los príncipes de los sacerdotes, y a los capitanes del Templo, y a los ancianos: ¿Cómo a ladrón habéis salido con espadas y con bastones
53
Habiendo estado con vosotros cada día en el Templo, no extendisteis las manos contra mí; mas ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas
54
Y prendiéndole le trajeron, y le metieron en casa del príncipe de los sacerdotes. Y Pedro le seguía de lejos
55
Y habiendo encendido fuego en medio de la sala, y sentándose todos alrededor, se sentó también Pedro entre ellos
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Y cuando una criada le vio que estaba sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: Y éste con él estaba
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Entonces él lo negó, diciendo: Mujer, no le conozco
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Y un poco después, viéndole otro, dijo: Y tú de ellos eras. Y Pedro dijo: Hombre, no soy
59
Y como una hora pasada otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo