6
«Viene el tiempo cuando todo esto será demolido por completo. ¡No quedará ni una sola piedra sobre otra!».
7
—Maestro —le preguntaron—, ¿cuándo sucederá todo eso? ¿Qué señal nos indicará que esas cosas están por ocurrir?
8
Él les contestó:
9
Cuando oigan de guerras y de levantamientos, no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder primero, pero el fin no vendrá inmediatamente después.
10
Luego agregó:
11
Habrá grandes terremotos, hambres y plagas en muchos países, y sucederán cosas aterradoras y grandes señales milagrosas del cielo.
12
»Pero antes de que ocurra todo eso, habrá un tiempo de gran persecución. Los arrastrarán a las sinagogas y a las prisiones, y serán sometidos a juicio ante reyes y gobernantes, todo por ser mis seguidores;
13
pero esa será una oportunidad para que ustedes les hablen de mí.
14
Así que no se preocupen de antemano por cómo contestarán los cargos en su contra,
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porque yo les daré las palabras apropiadas y tal sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá responderles o refutarlos.
16
Aun sus seres más cercanos —padres, hermanos, familiares y amigos— los traicionarán. Incluso a algunos de ustedes los matarán.
17
Todos los odiarán por ser mis seguidores,
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pero ni un solo cabello de su cabeza perecerá.
19
Al mantenerse firmes, ganarán su alma.
20
»Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, entonces sabrán que ha llegado el tiempo de su destrucción.
21
Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas. Los que estén en Jerusalén deben salir, y los que estén en el campo no deben volver a la ciudad.
22
Pues serán días de la venganza de Dios, y las palabras proféticas de las Escrituras se cumplirán.
23
¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan! Pues habrá desastre en la tierra y gran enojo contra este pueblo.
24
Los matarán a espada o serán enviados cautivos a todas las naciones del mundo. Y Jerusalén será pisoteada por los gentiles
hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su fin.
25
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26
La gente quedará aterrada de lo que verá venir sobre la tierra, porque los poderes de los cielos serán sacudidos.