9
Parábola de los agricultores malvados
Jesús se dirigió nuevamente a la gente y les contó la siguiente historia:
10
Llegado el tiempo de la cosecha de la uva, envió a uno de sus siervos para recoger su parte de la cosecha; pero los agricultores atacaron al siervo, le dieron una paliza y lo mandaron de regreso con las manos vacías.
11
Así que el dueño envió a otro siervo, pero a este también lo insultaron, le dieron una paliza y lo despacharon con las manos vacías.
12
Entonces envió a un tercer hombre, a quien lastimaron y echaron a patadas.
13
»“¿Qué haré? —se preguntó el dueño—. ¡Ya sé! Enviaré a mi querido hijo. Sin duda a él lo respetarán”.
14
»Sin embargo, cuando los agricultores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “Aquí viene el heredero de esta propiedad. ¡Matémoslo y nos quedaremos con la propiedad!”.
15
—preguntó Jesús—.
16
—¡Qué terrible que suceda algo así! —protestaron los oyentes.
17
Jesús los miró y les dijo:
18
Todo el que tropiece con esa piedra se hará pedazos, y la piedra aplastará a quienes les caiga encima.
19
Los maestros de la ley religiosa y principales sacerdotes querían arrestar a Jesús en ese mismo momento, porque se dieron cuenta de que contaba esa historia en contra de ellos, pues ellos eran los agricultores malvados; pero tenían miedo de la reacción de la gente.