3
Así que, ¡cuídense!
»Si un creyente
peca, repréndelo; luego, si hay arrepentimiento, perdónalo.
4
Aun si la persona te agravia siete veces al día y cada vez regresa y te pide perdón, debes perdonarla».
5
Los apóstoles le dijeron al Señor:
—Muéstranos cómo aumentar nuestra fe.
6
El Señor respondió:
7
»Cuando un sirviente vuelve de arar o de cuidar las ovejas, ¿acaso su patrón le dice: “Ven y come conmigo”?
8
No, le dirá: “Prepara mi comida, ponte el delantal y sírveme mientras como. Luego puedes comer tú”.
9
¿Y le agradece el amo al sirviente por hacer lo que se le dijo que hiciera? Por supuesto que no.
10
De la misma manera, cuando ustedes me obedecen, deben decir: “Somos siervos indignos que simplemente cumplimos con nuestro deber”.
11
Diez leprosos son sanados
Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria.
12
Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia,
13
gritando:
—¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros!