12
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:
13
Luego la tocó y, al instante, ella pudo enderezarse. ¡Cómo alabó ella al Señor!
14
En cambio, el líder a cargo de la sinagoga se indignó de que Jesús la sanara en un día de descanso. «Hay seis días en la semana para trabajar —dijo a la multitud—. Vengan esos días para ser sanados, no el día de descanso».
15
Así que el Señor respondió:
16
Esta apreciada mujer, una hija de Abraham, estuvo esclavizada por Satanás durante dieciocho años. ¿No es justo que sea liberada, aun en el día de descanso?».
17
Esto avergonzó a sus enemigos, pero toda la gente se alegraba de las cosas maravillosas que él hacía.
18
Parábola de la semilla de mostaza
Entonces Jesús dijo:
19
Es como una pequeña semilla de mostaza que un hombre sembró en un jardín; crece y se convierte en un árbol, y los pájaros hacen nidos en las ramas».
20
Parábola de la levadura
También preguntó:
21
Es como la levadura que utilizó una mujer para hacer pan. Aunque puso solo una pequeña porción de levadura en tres medidas de harina, la levadura impregnó toda la masa».
22
La puerta angosta
Jesús iba enseñando por ciudades y aldeas mientras seguía adelante, camino a Jerusalén.