45
—Maestro —le dijo un experto en la ley religiosa—, nos has insultado a nosotros también con lo que has dicho.
46
—dijo Jesús—,
47
¡Qué aflicción les espera! Pues levantan monumentos a los profetas que sus propios antepasados mataron tiempo atrás.
48
Por lo cual, ustedes quedan como testigos que aprueban lo que hicieron sus antepasados. Ellos mataron a los profetas, ¡y ustedes se convierten en cómplices al edificar los monumentos!
49
Esto es lo que Dios en su sabiduría dijo acerca de ustedes:
“Les enviaré profetas y apóstoles, pero ellos matarán a unos y perseguirán a otros”.
50
»Como consecuencia, a esta generación se le hará responsable del asesinato de todos los profetas de Dios desde la creación del mundo,
51
desde el asesinato de Abel hasta el de Zacarías, a quien mataron entre el altar y el santuario. Sí, de verdad se culpará a esta generación.
52
»¡Qué aflicción les espera a ustedes, expertos en la ley religiosa! Pues le quitan a la gente la llave del conocimiento. Ustedes mismos no entran al reino e impiden que otros entren.
53
Mientras Jesús se retiraba, los maestros de la ley religiosa y los fariseos se pusieron agresivos y trataron de provocarlo con muchas preguntas.
54
Querían tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en su contra.