2 Y les dio las siguientes instrucciones:
3 Ahora vayan, y recuerden que los envío como ovejas en medio de lobos.
4 No lleven con ustedes nada de dinero, ni bolso de viaje, ni un par de sandalias de repuesto; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
5 »Cuando entren en la casa de alguien, primero digan: “La paz de Dios sea sobre esta casa”.
6 Si los que viven en la casa son gente de paz, la bendición permanecerá; si no lo son, la bendición regresará a ustedes.
7 No cambien de una casa a otra. Quédense en un lugar, coman y beban lo que les den. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen recibir su salario.
8 »Si entran en un pueblo donde los reciben bien, coman todo lo que les ofrezcan.
9 Sanen a los enfermos y díganles: “El reino de Dios ahora está cerca de ustedes”.
10 Pero si un pueblo se niega a recibirlos bien, salgan a las calles y digan:
11 “Nos limpiamos de los pies hasta el polvo de su ciudad para mostrar que los abandonamos a su suerte. Y sepan esto: ¡el reino de Dios está cerca!”.
12 Les aseguro que, el día del juicio, le irá mejor a la perversa Sodoma que a ese pueblo.
13 »¡Qué aflicción les espera, Corazín y Betsaida! Pues, si en las perversas ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran hecho los milagros que hice entre ustedes, hace tiempo sus habitantes se habrían arrepentido de sus pecados vistiéndose de tela áspera y echándose ceniza sobre la cabeza en señal de remordimiento.
14 Así es, el día del juicio, les irá mejor a Tiro y Sidón que a ustedes.
15 Y ustedes, los de Capernaúm, ¿serán honrados en el cielo? No, descenderán al lugar de los muertos
».
16 Entonces dijo a sus discípulos:
17 Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos de alegría:
—¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando usamos tu nombre!
18 —les dijo—.
19 Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.
20 Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.
21 Jesús da gracias al Padre
En esa misma ocasión, Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo:
22 »Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 10:2 Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

English Standard Version ESV

Luke 10:2 And he said to them, "The harvest is plentiful, but the laborers are few. Therefore pray earnestly to the Lord of the harvest to send out laborers into his harvest.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 10:2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Luke 10:2 Then He said to them, "The harvest truly is great, but the laborers are few; therefore pray the Lord of the harvest to send out laborers into His harvest.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 10:2 «Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lucas 10:2 Y les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros á su mies.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 10:2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

Herramientas de Estudio para Lucas 10:2-22