72
Él ha sido misericordioso con nuestros antepasados
al recordar su pacto sagrado,
73
el pacto que prometió mediante un juramento
a nuestro antepasado Abraham.
74
Hemos sido rescatados de nuestros enemigos
para poder servir a Dios sin temor,
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en santidad y justicia,
mientras vivamos.
76
»Y tú, mi pequeño hijo,
serás llamado profeta del Altísimo,
porque prepararás el camino para el Señor.
77
Dirás a su pueblo cómo encontrar la salvación
mediante el perdón de sus pecados.
78
Gracias a la tierna misericordia de Dios,
la luz matinal del cielo está a punto de brillar entre nosotros,
79
para dar luz a los que están en oscuridad y en sombra de muerte,
y para guiarnos al camino de la paz».
80
Juan creció y se fortaleció en espíritu. Y vivió en el desierto hasta que comenzó su ministerio público a Israel.