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Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él
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Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo
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Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y hecho redención a su pueblo
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y nos alzó el cuerno de salud en la Casa de David su siervo
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como habló por boca de los santos que fueron desde el principio, sus profetas
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Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron
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para hacer misericordia con nuestros padres, y acordándose de su santo testamento
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del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de dar
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que sin temor librados de nuestros enemigos, le serviríamo
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en santidad y en justicia delante de él, todos los días de nuestra vida
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Y tú, niño: profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para aparejar sus caminos