5
Moisés les anunció: «¡Esto es lo que el Señor
nos ha ordenado que hagamos!».
6
Después presentó a Aarón y a sus hijos y los lavó con agua.
7
A Aarón le puso la túnica oficial y lo ciñó con una faja alrededor de la cintura. Lo vistió con el manto, le puso encima el efod bien asegurado con la faja decorativa.
8
Después Moisés puso el pectoral sobre Aarón y colocó adentro el Urim y el Tumim.
9
Además puso el turbante sobre la cabeza de Aarón y, en la parte delantera del turbante, sujetó la medalla de oro —el símbolo de santidad— tal como el Señor
le había ordenado.
10
Después Moisés tomó el aceite de la unción y ungió el tabernáculo y todo lo que había en él, y así los santificó.
11
Roció el altar siete veces con el aceite, de esta manera lo ungió junto con todos los utensilios, al igual que el lavamanos y su base, para santificarlos.
12
Luego derramó un poco de aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y de esta manera lo ungió y lo santificó para su labor.
13
Después, Moisés presentó a los hijos de Aarón. Los vistió con sus túnicas, las ató con las fajas y les colocó los gorros especiales, tal como el Señor
le había ordenado.
14
Luego Moisés presentó el becerro para la ofrenda por el pecado. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro.
15
Moisés lo mató y tomó parte de la sangre y, con su dedo, la untó sobre los cuatro cuernos del altar para purificarlo. Derramó el resto de la sangre al pie del altar. Mediante este proceso, al purificarlo,
el altar quedó consagrado.