6
Un niño de entre un mes de edad y cinco años tendrá el valor de cinco siclos de plata; una niña de esa edad, tres siclos
de plata.
7
Un hombre de más de sesenta años tendrá el valor de quince siclos de plata; una mujer de esa edad, diez siclos
de plata.
8
Si deseas hacer esa clase de voto, pero no te alcanza para pagar la cantidad requerida, lleva a la persona al sacerdote. Él determinará la cantidad que debes pagar de acuerdo a tus posibilidades.
9
»Si el voto implica dar un animal aceptable como una ofrenda al Señor
, toda ofrenda al Señor
será considerada santa.
10
No se te permite cambiarlo o sustituirlo por otro animal, ya sea un animal bueno por uno malo o uno malo por uno bueno. Pero si cambias un animal por otro, entonces tanto el primer animal como el sustituto se considerarán santos.
11
Si tu voto tiene que ver con un animal impuro —uno que no es aceptable como ofrenda al Señor
— tendrás que llevar el animal al sacerdote.
12
Él fijará el valor, y su valuación será definitiva, ya sea alta o baja.
13
Si deseas recuperar el animal, tendrás que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento.
14
»Si alguien dedica una casa al Señor
, el sacerdote irá para valorarla. El cálculo del sacerdote será definitivo, ya sea alto o bajo.
15
Si la persona que dedicó la casa quiere volver a comprarla, tendrá que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento. Entonces la casa volverá a ser suya.
16
»Si alguno le dedica al Señor
una porción de su propiedad familiar, el valor será determinado de acuerdo con la cantidad de semilla que se necesita para sembrarla: cincuenta siclos de plata para un campo sembrado con doscientos veinte kilos de semilla de cebada.