17
Tenemos el corazón angustiado y cansado,
y nuestros ojos se nublan por las lágrimas,
18
porque Jerusalén
está vacía y desolada;
es un lugar donde merodean los chacales.
19
¡Pero Señor
, tú serás el mismo para siempre!
Tu trono continúa de generación en generación.
20
¿Por qué sigues olvidándonos?
¿Por qué nos has abandonado por tanto tiempo?
21
¡Restáuranos, oh Señor
, y haz que regresemos a ti!
¡Devuélvenos la alegría que teníamos antes!
22
¿O acaso nos has rechazado por completo?
¿Todavía estás enojado con nosotros?