30 Que vuelvan la otra mejilla a aquellos que los golpean
y que acepten los insultos de sus enemigos.
31 Pues el Señor no abandona
a nadie para siempre.
32 Aunque trae dolor, también muestra compasión
debido a la grandeza de su amor inagotable.
33 Pues él no se complace en herir a la gente
o en causarles dolor.
34 Si la gente pisotea
a todos los prisioneros de la tierra,
35 si privan a otros de sus derechos,
desafiando al Altísimo,
36 si tuercen la justicia en los tribunales,
¿acaso no ve el Señor todas estas cosas?
37 ¿Quién puede ordenar que algo suceda
sin permiso del Señor
?
38 ¿No envía el Altísimo
tanto calamidad como bien?
39 Entonces, ¿por qué nosotros, simples humanos,
habríamos de quejarnos cuando somos castigados por nuestros pecados?
40 En cambio, probemos y examinemos nuestros caminos
y volvamos al Señor
.
41 Levantemos nuestro corazón y nuestras manos
al Dios del cielo y digamos:
42 «Hemos pecado y nos hemos rebelado,
y no nos has perdonado.
43 »Nos envolviste en tu enojo, nos perseguiste
y nos masacraste sin misericordia.
44 Te escondiste en una nube
para que nuestras oraciones no pudieran llegar a ti.
45 Nos desechaste como a basura y como a desperdicio
entre las naciones.
46 »Todos nuestros enemigos
se han pronunciado en contra de nosotros.
47 Estamos llenos de miedo,
porque nos encontramos atrapados, destruidos y arruinados».
48 ¡Ríos de lágrimas brotan de mis ojos
por la destrucción de mi pueblo!
49 Mis lágrimas corren sin cesar;
no pararán
50 hasta que el Señor
mire
desde el cielo y vea.
51 Se me destroza el corazón
por el destino de todas las mujeres de Jerusalén.
52 Mis enemigos, a quienes nunca les hice daño,
me persiguen como a un pájaro.
53 Me arrojaron a un hoyo
y dejaron caer piedras sobre mí.
54 El agua subió hasta cubrir mi cabeza
y yo exclamé: «¡Este es el fin!».
55 Pero desde lo profundo del hoyo
invoqué tu nombre, Señor
.
56 Me oíste cuando clamé: «¡Escucha mi ruego!
¡Oye mi grito de socorro!».
57 Así fue, cuando llamé tú viniste;
me dijiste: «No tengas miedo».
58 ¡Señor, tú eres mi abogado! ¡Defiende mi caso!
Pues has redimido mi vida.
59 Viste el mal que me hicieron, Señor
;
sé mi juez y demuestra que tengo razón.
60 Has visto los planes vengativos
que mis enemigos han tramado contra mí.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lamentaciones 3:30 que dé la mejilla al que lo hiere; que se sacie de oprobios.

English Standard Version ESV

Lamentations 3:30 let him give his cheek to the one who strikes, and let him be filled with insults.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lamentaciones 3:30 Yod: Dará la mejilla al que le hiriere; se llenará de afrenta

King James Version KJV

Lamentations 3:30 He giveth his cheek to him that smiteth him: he is filled full with reproach.

New King James Version NKJV

Lamentations 3:30 Let him give his cheek to the one who strikes him, And be full of reproach.

Nueva Versión Internacional NVI

Lamentaciones 3:30 ¡Que dé la otra mejilla a quien lo hiera,y quede así cubierto de oprobio!

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Lamentaciones 3:30 Dará la mejilla al que le hiriere; hartaráse de afrenta.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lamentaciones 3:30 Yod : Dará la mejilla al que le hiriere; se llenará de afrenta.

Herramientas de Estudio para Lamentaciones 3:30-60