10
El Espíritu del Señor
vino sobre él, y comenzó a ser juez de Israel. Entró en guerra contra Cusán-risataim, rey de Aram, y el Señor
le dio la victoria sobre él.
11
Y hubo paz en la tierra durante cuarenta años. Luego murió Otoniel, hijo de Cenaz.
12
Aod, juez de Israel
De nuevo los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor
y, por la maldad de ellos, el Señor
le dio dominio sobre Israel al rey Eglón, de Moab.
13
Eglón se alió con los amonitas y los amalecitas y salió a pelear, derrotó a Israel y tomó posesión de Jericó, la ciudad de las palmeras.
14
Entonces los israelitas sirvieron a Eglón, rey de Moab, durante dieciocho años.
15
Sin embargo, cuando el pueblo de Israel clamó al Señor
por ayuda, el Señor
nuevamente levantó a un libertador para salvarlos. Se llamaba Aod, hijo de Gera, quien era un hombre zurdo, de la tribu de Benjamín. Los israelitas enviaron a Aod a entregar el dinero del tributo al rey Eglón, de Moab.
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Así que Aod hizo una daga de dos filos, de unos treinta centímetros
de largo, la ató a su muslo derecho y la escondió debajo de la ropa.
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Luego le llevó el dinero del tributo a Eglón, quien era muy gordo.
18
Después de entregar el pago, Aod emprendió el regreso junto con los que le habían ayudado a llevar el tributo.
19
Pero cuando Aod llegó a donde estaban los ídolos de piedra, cerca de Gilgal, se regresó. Se presentó ante Eglón y le dijo: «Tengo un mensaje secreto para usted». Entonces el rey les ordenó a sus sirvientes que se callaran y que todos salieran de la habitación.
20
Así que Aod se acercó a Eglón, quien estaba sentado solo en una habitación fresca de la planta alta, y le dijo: «¡Tengo un mensaje de Dios para usted!». Cuando el rey Eglón se levantó de su asiento,