38
Ya los israelitas estaban concertados con los hombres de las emboscadas, que hiciesen mucho fuego , para que subiese gran humo de la ciudad.
39
Luego, pues, que los de Israel volvieron la espalda en la batalla, y los de Benjamín habían comenzado a derribar heridos de Israel unos treinta hombres, de tal manera que ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.
40
Mas cuando el humo comenzó a subir de la ciudad, Benjamín tornó a mirar atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo.
41
Entonces se volvieron los varones de Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor; porque vieron que el mal había venido sobre ellos.
42
Y volvieron la espalda delante de Israel hacia el camino del desierto; mas el escuadrón los alcanzó, y los salidos de las ciudades los mataban en medio de ellos,
43
los cuales cercaron a los de Benjamín, y los siguieron y hollaron, desde Menúha hasta enfrente de Gabaa al nacimiento del sol.
44
Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra.
45
Volviéndose luego, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos rebuscaron cinco mil hombres en los caminos; y fueron siguiéndolos hasta Gidom, y mataron de ellos otros dos mil hombres.
46
Así todos los que de Benjamín murieron aquel día, fueron veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra.
47
Y se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro meses.
48
Y los varones de Israel volvieron contra los hijos de Benjamín, y los pasaron a cuchillo, a hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.