17 Luego los fariseos volvieron a interrogar al hombre que había sido ciego:
—¿Qué opinas del hombre que te sanó?
—Creo que debe de ser un profeta —contestó el hombre.
18 Aun así los líderes judíos se negaban a creer que el hombre había sido ciego y ahora podía ver, así que llamaron a sus padres.
19 —¿Es este su hijo? —les preguntaron—. ¿Es verdad que nació ciego? Si es cierto, ¿cómo es que ahora ve?
20 Sus padres contestaron:
—Sabemos que él es nuestro hijo y que nació ciego,
21 pero no sabemos cómo es que ahora puede ver ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él; ya tiene edad para hablar por sí mismo.
22 Los padres dijeron eso por miedo a los líderes judíos, quienes habían anunciado que cualquiera que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga.
23 Por eso dijeron: «Ya tiene edad suficiente, entonces pregúntenle a él».
24 Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron:
—Es Dios quien debería recibir la gloria por lo que ha pasado,
porque sabemos que ese hombre, Jesús, es un pecador.
25 —Yo no sé si es un pecador —respondió el hombre—, pero lo que sé es que yo antes era ciego, ¡y ahora puedo ver!
26 —¿Pero qué fue lo que hizo? —le preguntaron—. ¿Cómo te sanó?
27 —¡Miren! —exclamó el hombre—. Ya les dije una vez. ¿Acaso no me escucharon? ¿Para qué quieren oírlo de nuevo? ¿Ustedes también quieren ser sus discípulos?
28 Entonces ellos lo insultaron y dijeron:
—Tú eres su discípulo, ¡pero nosotros somos discípulos de Moisés!
29 Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni siquiera de dónde proviene este hombre.
30 —¡Qué cosa tan extraña! —respondió el hombre—. A mí me sanó los ojos, ¿y ustedes ni siquiera saben de dónde proviene?
31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su voluntad.
32 Desde el principio del mundo, nadie ha podido abrir los ojos de un ciego de nacimiento.
33 Si este hombre no viniera de parte de Dios, no habría podido hacerlo.
34 —¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros?
Y lo echaron de la sinagoga.
35 Ceguera espiritual
Cuando Jesús supo lo que había pasado, encontró al hombre y le preguntó:
36 —¿Quién es, señor? —contestó el hombre—. Quiero creer en él.
37 —le dijo Jesús—,

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 9:17 Entonces dijeron<***> otra vez al ciego: ¿Qué dices tú de El, ya que te abrió los ojos? Y él dijo: Es un profeta.

English Standard Version ESV

John 9:17 So they said again to the blind man, "What do you say about him, since he has opened your eyes?" He said, "He is a prophet."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Juan 9:17 Vuelven a decir al ciego: ¿Tú, qué dices del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta

King James Version KJV

John 9:17 They say unto the blind man again, What sayest thou of him, that he hath opened thine eyes? He said*, He is a prophet.

New King James Version NKJV

John 9:17 They said to the blind man again, "What do you say about Him because He opened your eyes?" He said, "He is a prophet."

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 9:17 Por eso interrogaron de nuevo al ciego:—¿Y qué opinas tú de él? Fue a ti a quien te abrió los ojos.—Yo digo que es profeta —contestó.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 9:17 Vuelven á decir al ciego: ¿Tú, qué dices del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Juan 9:17 Vuelven a decir al ciego: ¿Tú, qué dices del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

Herramientas de Estudio para Juan 9:17-37