2
Una gran multitud siempre lo seguía a todas partes porque veía las señales milagrosas que hacía cuando sanaba a los enfermos.
3
Entonces Jesús subió a una colina y se sentó allí rodeado de sus discípulos.
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(Ya era casi el tiempo de la celebración de la Pascua judía).
5
Enseguida Jesús vio que una gran multitud venía a su encuentro. Dirigiéndose a Felipe, le preguntó:
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Lo estaba poniendo a prueba, porque Jesús ya sabía lo que iba a hacer.
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Felipe contestó:
—¡Aunque trabajáramos meses enteros, no tendríamos el dinero suficiente
para alimentar a toda esta gente!
8
Entonces habló Andrés, el hermano de Simón Pedro:
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«Aquí hay un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. ¿Pero de qué sirven ante esta enorme multitud?».
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Jesús dijo:
Así que todos se sentaron sobre la hierba, en las laderas. (Solo contando a los hombres sumaban alrededor de cinco mil).
11
Luego Jesús tomó los panes, dio gracias a Dios y los distribuyó entre la gente. Después hizo lo mismo con los pescados. Y todos comieron cuanto quisieron.
12
Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: