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¡Al instante, el hombre quedó sano! Enrolló la camilla, ¡y comenzó a caminar! Pero ese milagro sucedió el día de descanso,
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así que los líderes judíos protestaron. Le dijeron al hombre que había sido sanado:
—¡No puedes trabajar el día de descanso! ¡La ley no te permite cargar esa camilla!
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Pero él respondió:
—El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”.
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—¿Quién te dijo semejante cosa? —le exigieron.
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El hombre no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la multitud;
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pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo:
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Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado.
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Jesús afirma ser el Hijo de Dios
Entonces los líderes judíos comenzaron a acosar
a Jesús por haber violado las reglas del día de descanso.
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Pero Jesús respondió:
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Entonces los líderes judíos se esforzaron aún más por encontrar una forma de matarlo. Pues no solo violaba el día de descanso sino que, además, decía que Dios era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
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Entonces Jesús explicó: