2 Dentro de la ciudad, cerca de la puerta de las Ovejas, se encontraba el estanque de Betesda,
que tenía cinco pórticos cubiertos.
3 Una multitud de enfermos —ciegos, cojos, paralíticos— estaban tendidos en los pórticos.
4
5 Uno de ellos era un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
6 Cuando Jesús lo vio y supo que hacía tanto que padecía la enfermedad, le preguntó:
7 —Es que no puedo, señor —contestó el enfermo—, porque no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua. Siempre alguien llega antes que yo.
8 Jesús le dijo:
9 ¡Al instante, el hombre quedó sano! Enrolló la camilla, ¡y comenzó a caminar! Pero ese milagro sucedió el día de descanso,
10 así que los líderes judíos protestaron. Le dijeron al hombre que había sido sanado:
—¡No puedes trabajar el día de descanso! ¡La ley no te permite cargar esa camilla!
11 Pero él respondió:
—El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”.
12 —¿Quién te dijo semejante cosa? —le exigieron.
13 El hombre no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la multitud;
14 pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo:
15 Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado.
16 Jesús afirma ser el Hijo de Dios
Entonces los líderes judíos comenzaron a acosar
a Jesús por haber violado las reglas del día de descanso.
17 Pero Jesús respondió:
18 Entonces los líderes judíos se esforzaron aún más por encontrar una forma de matarlo. Pues no solo violaba el día de descanso sino que, además, decía que Dios era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
19 Entonces Jesús explicó:
20 pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. De hecho, el Padre le mostrará cómo hacer cosas más trascendentes que el sanar a ese hombre. Entonces ustedes quedarán realmente asombrados.
21 Pues, así como el Padre da vida a los que resucita de los muertos, también el Hijo da vida a quien él quiere.
22 Además, el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo autoridad absoluta para juzgar,

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 5:2 Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo se llama Betesda y que tiene cinco pórticos.

English Standard Version ESV

John 5:2 Now there is in Jerusalem by the Sheep Gate a pool, in Aramaic called Bethesda, which has five roofed colonnades.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Juan 5:2 Y hay en Jerusalén a la puerta de las ovejas un estanque, que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco portales

King James Version KJV

New King James Version NKJV

John 5:2 Now there is in Jerusalem by the Sheep Gate a pool, which is called in Hebrew, Bethesda, having five porches.

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 5:2 Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Betzatá.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 5:2 Y hay en Jerusalem á la puerta del ganado un estanque, que en hebraico es llamado Bethesda, el cual tiene cinco portales.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Juan 5:2 Y hay en Jerusalén a la puerta de las ovejas un estanque, que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco portales.

Herramientas de Estudio para Juan 5:2-22