18
Entonces los líderes judíos se esforzaron aún más por encontrar una forma de matarlo. Pues no solo violaba el día de descanso sino que, además, decía que Dios era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
19
Entonces Jesús explicó:
20
pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. De hecho, el Padre le mostrará cómo hacer cosas más trascendentes que el sanar a ese hombre. Entonces ustedes quedarán realmente asombrados.
21
Pues, así como el Padre da vida a los que resucita de los muertos, también el Hijo da vida a quien él quiere.
22
Además, el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo autoridad absoluta para juzgar,
23
a fin de que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, por cierto tampoco honra al Padre quien lo envió.
24
»Les digo la verdad, todos los que escuchan mi mensaje y creen en Dios, quien me envió, tienen vida eterna. Nunca serán condenados por sus pecados, pues ya han pasado de la muerte a la vida.
25
»Y les aseguro que se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los muertos oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y los que escuchen, vivirán.
26
El Padre tiene vida en sí mismo y le ha entregado a su Hijo ese mismo poder de dar vida.
27
Y le ha dado autoridad para juzgar a todos, porque es el Hijo del Hombre.
28
¡No se sorprendan tanto! Ciertamente, ya se acerca el tiempo en que todos los que están en las tumbas oirán la voz del Hijo de Dios