26 Todo el que quiera ser mi discípulo debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.
27 »Ahora mi alma está muy entristecida. ¿Acaso debería orar: “Padre, sálvame de esta hora”? ¡Pero esa es precisamente la razón por la que vine!
28 Entonces habló una voz del cielo: «Ya he glorificado mi nombre y lo haré otra vez».
29 Al oír la voz, algunos de la multitud pensaron que era un trueno, mientras que otros decían que un ángel le había hablado.
30 Entonces Jesús les dijo:
31 Ha llegado el tiempo de juzgar a este mundo, cuando Satanás —quien gobierna este mundo— será expulsado.
32 Y, cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí».
33 Con eso quería dar a entender de qué forma iba a morir.
34 La multitud respondió:
—Según entendimos de las Escrituras,
el Mesías vivirá para siempre. ¿Cómo puedes decir, entonces, que el Hijo del Hombre va a morir? Además, ¿quién es este Hijo del Hombre?
35 Jesús contestó:
36 Después de decir esas cosas, Jesús salió y desapareció de la vista de ellos.
37 Incredulidad de la gente
A pesar de todas las señales milagrosas que Jesús había hecho, la mayoría de la gente aún no creía en él.
38 Eso era precisamente lo que el profeta Isaías había predicho:
«S
, ¿quién ha creído nuestro mensaje?
¿A quién ha revelado el Señor
su brazo poderoso?»
.
39 Pero la gente no podía creer, porque como también dijo Isaías:
40 «El Señor les ha cegado los ojos
y les ha endurecido el corazón,
para que sus ojos no puedan ver
y sus corazones no puedan entender
y ellos no puedan regresar a mí
para que yo los sane»
.
41 Isaías se refería a Jesús cuando dijo esas palabras, porque vio el futuro y habló de la gloria del Mesías.
42 Sin embargo, hubo muchos que sí creyeron en él, entre ellos algunos líderes judíos; pero no lo admitían por temor a que los fariseos los expulsaran de la sinagoga;
43 porque amaban más la aprobación humana que la aprobación de Dios.
44 Jesús le gritó a la multitud:
45 Pues, cuando me ven a mí, están viendo al que me envió.
46 Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Juan 12:26 Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.

English Standard Version ESV

John 12:26 If anyone serves me, he must follow me; and where I am, there will my servant be also. If anyone serves me, the Father will honor him.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Juan 12:26 El que me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Al que me sirviere, mi Padre le honrará

King James Version KJV

New King James Version NKJV

John 12:26 If anyone serves Me, let him follow Me; and where I am, there My servant will be also. If anyone serves Me, him My Father will honor.

Nueva Versión Internacional NVI

Juan 12:26 Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Juan 12:26 Si alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Juan 12:26 El que me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Al que me sirviere, mi Padre le honrará.

Herramientas de Estudio para Juan 12:26-46