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Aunque Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro,
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se quedó donde estaba dos días más.
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Pasado ese tiempo, les dijo a sus discípulos:
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Pero sus discípulos se opusieron diciendo:
—Rabí,
hace solo unos días, la gente
de Judea trató de apedrearte. ¿Irás allí de nuevo?
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Jesús contestó:
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pero de noche se corre el peligro de tropezar, porque no hay luz.
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—agregó después—,
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—Señor —dijeron los discípulos—, si se ha dormido, ¡pronto se pondrá mejor!
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Ellos pensaron que Jesús había querido decir que Lázaro solo estaba dormido, pero Jesús se refería a que Lázaro había muerto.
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Por eso les dijo claramente:
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Y, por el bien de ustedes, me alegro de no haber estado allí, porque ahora ustedes van a creer de verdad. Vamos a verlo.