16
Tres días después de hacer el tratado, ¡los israelitas se enteraron de que esa gente en realidad vivía cerca!
17
Enseguida salieron a investigar y, en tres días, llegaron a sus ciudades, las cuales se llamaban Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat-jearim.
18
Sin embargo, como los líderes israelitas habían hecho un voto en el nombre del Señor
, Dios de Israel, no atacaron a ninguna de las ciudades gabaonitas.
Entonces el pueblo de Israel se quejó contra sus líderes por causa del tratado.
19
Pero los líderes respondieron: «Dado que hicimos un juramento en presencia del Señor
, Dios de Israel, no podemos tocarlos.
20
Lo que tenemos que hacer es dejarlos con vida, porque el enojo divino caería sobre nosotros si no cumpliéramos nuestro juramento.
21
Déjenlos vivir». Así que los hicieron cortar leña y llevar agua para toda la comunidad, tal como lo indicaron los líderes israelitas.
22
Entonces Josué reunió a los gabaonitas y les dijo:
—¿Por qué nos mintieron? ¿Por qué dijeron que vivían en una tierra lejana, si en realidad viven aquí mismo, entre nosotros?
23
¡Malditos sean! De ahora en adelante, siempre serán siervos encargados de cortar madera y de llevar agua para la casa de mi Dios.
24
Ellos le respondieron:
—Lo hicimos porque a nosotros, sus siervos, se nos dijo con claridad que el Señor
su Dios le ordenó a Moisés, siervo del Señor
, que les entregara toda esta tierra y que destruyera a todos sus habitantes. Así que temimos profundamente por nuestra vida a causa de ustedes. Por eso hicimos lo que hicimos.
25
Ahora estamos a merced de ustedes; hagan con nosotros lo que mejor les parezca.
26
Así que Josué no permitió que el pueblo de Israel matara a los gabaonitas;
27
pero desde ese día, los hizo cortar la leña y llevar el agua para la comunidad de Israel y el altar del Señor
, donde fuere que el Señor
eligiera construirlo. Y a eso se dedican hasta el día de hoy.