10 pero yo no lo quise escuchar. En cambio, hice que Balaam te bendijera y entonces te rescaté de Balac.
11 »Cuando cruzaste el río Jordán y llegaste a Jericó, los hombres de Jericó pelearon contra ti, como lo hicieron los amorreos, los ferezeos, los cananeos, los hititas, los gergeseos, los heveos y los jebuseos. Pero yo te di la victoria sobre ellos.
12 Y envié terror
antes de que llegaras, para expulsar a los dos reyes amorreos. No fueron tus espadas ni tus arcos los que te dieron la victoria.
13 Yo te di tierra que no habías trabajado y ciudades que no construiste, en las cuales vives ahora. Te di viñedos y huertos de olivos como alimento, aunque tú no los plantaste.
14 »Por lo tanto, teme al Señor
y sírvelo con todo el corazón. Echa fuera para siempre los ídolos que tus antepasados adoraron cuando vivían del otro lado del río Éufrates y en Egipto. Sirve sólo al Señor
.
15 Pero si te niegas a servir al Señor
, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor
.
16 El pueblo respondió:
—Nosotros jamás abandonaríamos al Señor
ni serviríamos a otros dioses.
17 Pues el Señor
nuestro Dios es el que nos rescató a nosotros y a nuestros antepasados de la esclavitud en la tierra de Egipto. Él hizo milagros poderosos ante nuestros propios ojos. Cuando andábamos por el desierto, rodeados de enemigos, él nos protegió.
18 Fue el Señor
quien expulsó a los amorreos y a las otras naciones que vivían aquí, en esta tierra. Por lo tanto, nosotros también serviremos al Señor
, porque solo él es nuestro Dios.
19 Entonces Josué advirtió a los israelitas:
—Ustedes no son capaces de servir al Señor
, porque él es Dios santo y celoso. No les perdonará su rebelión ni sus pecados.
20 Si abandonan al Señor
y sirven a otros dioses, él se pondrá en contra de ustedes y los destruirá, aunque les haya hecho tanto bien en el pasado.
21 Pero los israelitas respondieron a Josué:
—¡Eso no! Nosotros serviremos al Señor
.
22 —Ustedes son testigos de su propia decisión —les dijo Josué—. Hoy han elegido servir al Señor
.
—Claro que sí —respondieron—, somos testigos de lo que dijimos.
23 —Muy bien —dijo Josué—, entonces destruyan los ídolos que tienen entre ustedes y entréguenle el corazón al Señor
, Dios de Israel.
24 Entonces los israelitas le dijeron a Josué:
—Serviremos al Señor
nuestro Dios. Lo obedeceremos solo a él.
25 Entonces, ese día en Siquem, Josué hizo un pacto con ellos, el cual los comprometía a seguir los decretos y las ordenanzas del Señor
.
26 Josué escribió todas esas cosas en el libro de instrucción de Dios. Como recordatorio del acuerdo, tomó una piedra enorme y la llevó rodando hasta debajo del árbol de terebinto que estaba junto al tabernáculo del Señor
.
27 Josué le dijo a todo el pueblo:
—Esta piedra escuchó todo lo que el Señor
nos dijo. Será un testigo en contra de ustedes si no cumplen lo que le prometieron a Dios.
28 Después Josué mandó que todo israelita regresara a su tierra, cada uno a su hogar.
29 Líderes enterrados en la Tierra Prometida
Después de eso, Josué, hijo de Nun y siervo del Señor
, murió a los ciento diez años de edad.
30 Lo enterraron en Timnat-sera, tierra que se le había asignado en la zona montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.
31 El pueblo de Israel sirvió al Señor
durante toda la vida de Josué y de los ancianos que murieron después de él, los cuales habían vivido en persona todo lo que el Señor
había hecho por Israel.
32 Los huesos de José —los cuales los israelitas llevaron consigo cuando salieron de Egipto— fueron enterrados en Siquem, en la porción de tierra que Jacob le había comprado a los hijos de Hamor por cien piezas de plata.
Esa tierra estaba situada en el territorio asignado a los descendientes de José.
33 Murió también Eleazar, hijo de Aarón. Fue enterrado en la zona montañosa de Efraín, en la ciudad de Guibeá, la cual se le había entregado a su hijo Finees.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Josué 24:10 "Pero yo no quise escuchar a Balaam; y él tuvo que bendeciros, y os libré de su mano.

English Standard Version ESV

Joshua 24:10 but I would not listen to Balaam. Indeed, he blessed you. So I delivered you out of his hand.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Josué 24:10 Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos

King James Version KJV

Joshua 24:10 But I would not hearken unto Balaam; therefore he blessed you still: so I delivered you out of his hand.

New King James Version NKJV

Joshua 24:10 'But I would not listen to Balaam; therefore he continued to bless you. So I delivered you out of his hand.

Nueva Versión Internacional NVI

Josué 24:10 Pero yo no quise escuchar a Balán, por lo cual él los bendijo una y otra vez, y así los salvé a ustedes de su poder.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Josué 24:10 Mas yo no quise escuchar á Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Josué 24:10 Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos.

Herramientas de Estudio para Josué 24:10-33