2
reunió a todos los ancianos, a los líderes, a los jueces y a los oficiales de Israel. Les dijo: «Ya estoy muy viejo.
3
Ustedes han visto todo lo que el Señor
su Dios hizo por ustedes a lo largo de mi vida. El Señor
su Dios peleó por ustedes en contra de sus enemigos.
4
Yo les he repartido, para que sea su hogar, toda la tierra de las naciones que aún no están conquistadas y también la de aquellas que ya hemos conquistado, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo,
donde se pone el sol.
5
Esta tierra será de ustedes, porque el Señor
su Dios, él mismo expulsará a toda la gente que ahora vive allí. Ustedes tomarán posesión de esta tierra, tal como el Señor
su Dios lo prometió.
6
»Por lo tanto, asegúrense de seguir todo lo que Moisés escribió en el libro de instrucción. No se desvíen de esas palabras ni a la derecha ni a la izquierda.
7
Asegúrense de no tener nada que ver con los otros pueblos que aún quedan en esta tierra. Ni siquiera mencionen los nombres de sus dioses y mucho menos juren por ellos, ni los sirvan, ni los adoren.
8
Por el contrario, aférrense bien al Señor
su Dios como lo han hecho hasta ahora.
9
»Pues el Señor
ha expulsado a naciones grandes y poderosas a favor de ustedes, y hasta ahora nadie ha podido derrotarlos.
10
Cada uno de ustedes hará huir a mil hombres del enemigo, porque el Señor
su Dios pelea por ustedes tal como lo prometió.
11
Así que asegúrense de amar al Señor
su Dios.
12
»Pero si se apartan de él y se aferran a las costumbres de los sobrevivientes de esas naciones que aún quedan entre ustedes y se unen en matrimonio con ellos,