18
Que aún no me ha concedido que tome mi aliento; mas me ha llenado de amarguras
19
Si habláramos de su potencia, fuerte por cierto es; si de su juicio, ¿quién me emplazará
20
Si yo me justificare, me condenará mi boca; si me predicare perfecto, él me hará inicuo
21
Si yo me predicare imperfecto, no conozco mi alma; condenaré mi vida
22
Una cosa resta es a saber que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume
23
Si es azote, mate de repente, y no se ría de la prueba de los inocentes
24
La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él el que lo hace, ¿quién es? ¿Dónde está
25
Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y nunca vieron bien
26
Pasaron con los navíos de Ebeh; o como el águila que se arroja a la presa
27
Si digo: Quiero olvidar mi queja, dejaré mi aburrimiento, y me esforzaré
28
Temo todos mis trabajos; sé que no me tendrás sin culpa