3
Presentaré argumentos profundos
a favor de la justicia de mi Creador.
4
Estoy diciendo sólo la verdad,
porque soy un hombre de gran conocimiento.
5
»Dios es poderoso, ¡pero no desprecia a nadie!
Él es poderoso tanto en fuerza como en entendimiento.
6
No deja con vida a los malvados
pero hace justicia a los afligidos.
7
Nunca quita los ojos de los inocentes,
sino que los pone en tronos en compañía de reyes
y los exalta para siempre.
8
Si están encadenados,
y atrapados en una red de dificultades,
9
él les muestra la causa;
les hace ver sus pecados de soberbia.
10
Él capta su atención
y ordena que se aparten de la maldad.
11
»Si escuchan y obedecen a Dios,
serán bendecidos con prosperidad por el resto de su vida.
Todos sus años serán agradables.
12
Pero si se niegan a escucharlo,
serán muertos a filo de espada
y morirán por falta de entendimiento.
13
Los incrédulos están llenos de resentimiento.
Aun cuando Dios los castiga,
se niegan a pedirle auxilio.
14
Mueren en plena juventud,
después de haber malgastado la vida en inmoralidad.
15
Pero por medio del sufrimiento, él rescata a los que sufren,
pues capta su atención mediante la adversidad.
16
»Job, Dios está alejándote del peligro,
y te lleva a un lugar libre de angustia.
Está poniendo en tu mesa la mejor comida,
17
pero te obsesiona saber si los incrédulos serán juzgados.
No te preocupes, el juicio y la justicia prevalecerán.
18
Ten cuidado, o la riqueza podrá seducirte;
No dejes que el soborno te haga pecar.
19
¿Podrá toda tu riqueza
o podrán todos tus grandes esfuerzos
protegerte de la angustia?
20
No desees el amparo de la noche
porque allí es cuando la gente será destruida.
21
¡Mantente en guardia! Apártate de lo malo,
porque Dios envió este sufrimiento
para protegerte de una vida de maldad.
22
Eliú le recuerda a Job el poder de Dios
»Mira, Dios es todopoderoso.
¿Quién es un maestro como él?
23
Nadie puede indicarle lo que tiene que hacer,
ni decirle: “Has hecho mal”.