18
No, desde la niñez he cuidado a los huérfanos como un padre,
y toda mi vida me he ocupado de las viudas.
19
Cuando veía sin vestido a los que no tienen hogar
y a los necesitados sin nada que ponerse,
20
¿acaso no me alababan
por darles ropas de lana para combatir el frío?
21
»Si he levantado la mano contra un huérfano
sabiendo que los jueces se pondrían de mi parte,
22
entonces, ¡que se disloque mi hombro!
¡Que mi brazo se descoyunte!
23
Eso sería mejor que enfrentarme al juicio de Dios.
Si la majestad de Dios está en mi contra, ¿qué esperanza queda?
24
»¿He puesto mi confianza en el dinero
o me he sentido seguro a causa de mi oro?
25
¿Me he regodeado de mi riqueza
y de todo lo que poseo?
26
»¿He mirado alguna vez al sol que brilla en los cielos
o a la luna que recorre su sendero de plata,
27
y he sido seducido en lo secreto de mi corazón
a lanzarles besos de adoración?
28
Si así fuera, los jueces deberían castigarme,
porque significaría que he negado al Dios del cielo.