2
«¿Hasta cuándo me torturarán?
¿Hasta cuándo intentarán aplastarme con sus palabras?
3
Ya me han insultado diez veces.
Deberían avergonzarse de tratarme tan mal.
4
Aunque yo hubiera pecado,
eso es asunto mío y no de ustedes.
5
Creen que son mejores que yo
al usar mi humillación como prueba de mi pecado;
6
pero es Dios quien me hizo daño
cuando me atrapó en su red.
7
»Yo clamo: “¡Socorro!” pero nadie me responde;
protesto, pero no hay justicia.
8
Dios ha cerrado mi camino para que no pueda moverme;
hundió mi senda en oscuridad.
9
Me ha despojado del honor
y ha quitado la corona de mi cabeza.
10
Por todos lados me ha destruido, y estoy acabado.
Arrancó de raíz mi esperanza como un árbol caído.
11
Su furia arde contra mí;
me considera un enemigo.
12
Sus tropas avanzan
y construyen caminos para atacarme;
acampan alrededor de mi carpa.