14
¿Acaso puede algún mortal ser puro?
¿Puede alguien nacido de mujer ser justo?
15
Mira, Dios ni siquiera confía en los ángeles.
Ni los cielos son completamente puros a sus ojos,
16
¡mucho menos una persona corrupta y pecadora
que tiene sed de maldad!
17
»Si escuchas, yo te explicaré,
y te responderé con mi propia experiencia.
18
Se confirma en las palabras de los sabios,
que a su vez escucharon lo mismo de sus padres;
19
de aquellos a quienes se les dio la tierra
mucho antes de que llegara algún extranjero.
20
»Los malos se retuercen de dolor toda su vida.
Para los despiadados están reservados años de desgracia.
21
En sus oídos resuena el sonido del terror,
y aun en los días buenos temen el ataque del destructor.
22
No se atreven a salir en la oscuridad
por miedo a ser asesinados.
23
Deambulan diciendo: “¿Dónde podré encontrar pan?”.
Saben que se acerca el día de su destrucción.
24
Ese día oscuro los llena de terror.
Viven en aflicción y angustia
como un rey que se prepara para la batalla.