1
»¡Qué frágil es el ser humano!
¡Qué breve es la vida, tan llena de dificultades!
2
Brotamos como una flor y después nos marchitamos;
desaparecemos como una sombra pasajera.
3
¿Tienes que vigilar a una criatura tan frágil
y exiges que yo te rinda cuentas?
4
¿Quién podrá sacar pureza de una persona impura?
¡Nadie!
5
Tú has determinado la duración de nuestra vida.
Tú sabes cuántos meses viviremos,
y no se nos concederá ni un minuto más.
6
Así que, ¡déjanos tranquilos, déjanos descansar!
Somos como los jornaleros, entonces déjanos terminar nuestro trabajo en paz.