8
Tal conocimiento es más alto que los cielos
y tú, ¿quién eres?
Es más profundo que el averno
¿y qué sabes tú?
9
Es más extenso que la tierra
y más ancho que el mar.
10
Si Dios pasa por aquí y mete a alguien en la cárcel
o llama al orden a los tribunales, ¿quién puede detenerlo?
11
Pues él sabe quiénes son los impostores
y toma nota de todos sus pecados.
12
El que tiene la cabeza hueca no llegará a ser sabio
como tampoco un burro salvaje puede dar a luz un niño.
13
»¡Si tan solo prepararas tu corazón
y levantaras tus manos a él en oración!
14
Abandona tus pecados
y deja atrás toda iniquidad.
15
Entonces tu rostro se iluminará con inocencia;
serás fuerte y estarás libre de temor.
16
Olvidarás tu sufrimiento;
será como agua que corre.
17
Tu vida será más radiante que el mediodía;
y aun la oscuridad brillará como la mañana.
18
Tener esperanza te dará valentía.
Estarás protegido y descansarás seguro.
19
Te acostarás sin temor;
muchos buscarán tu ayuda.
20
Pero los malos serán cegados;
no tendrán escapatoria;
su única esperanza es la muerte».