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Así que el 15 de enero,
durante el noveno año del reinado de Sedequías, Nabucodonosor,
rey de Babilonia, dirigió a todo su ejército contra Jerusalén. Rodearon la ciudad y construyeron rampas de asalto contra las murallas.
5
Jerusalén estuvo sitiada hasta el año once del reinado de Sedequías.
6
Hacia el 18 de julio del año once del reinado de Sedequías,
el hambre en la ciudad ya era muy intensa y se había agotado por completo lo último que quedaba de alimento.
7
Entonces abrieron una brecha en la muralla de la ciudad, y todos los soldados huyeron. Como la ciudad estaba rodeada por los babilonios,
esperaron hasta la caída del sol y entonces se deslizaron por la puerta que está entre las dos murallas, detrás del jardín real, y se dirigieron al valle del Jordán.
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Sin embargo, las tropas babilónicas persiguieron al rey Sedequías y lo capturaron en las llanuras de Jericó, porque todos sus hombres lo habían abandonado y se habían dispersado.
9
Lo llevaron ante el rey de Babilonia, que se encontraba en Ribla, en la tierra de Hamat. Allí el rey de Babilonia dictó sentencia contra Sedequías.
10
Hizo que Sedequías presenciara la masacre de sus hijos y de los demás funcionarios de Judá.
11
Luego le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. Sedequías permaneció allí en prisión hasta el día de su muerte.
12
Destrucción del templo
El 17 de agosto de ese año,
que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia y funcionario del rey babilónico.
13
Quemó por completo el templo del Señor
, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes
de la ciudad.
14
Después supervisó a todo el ejército babilónico
mientras derribaba por completo las murallas de Jerusalén.