33
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Oprimidos están los hijos de Israel y los hijos de Judá a una; todos los que los tomaron cautivos los han retenido, se han negado a soltarlos.
34
Pero su Redentor es fuerte, el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; defenderá su causa con energía para traer reposo a la tierra y turbación a los habitantes de Babilonia.
35
Espada contra los caldeosdeclara el SEÑOR y contra los habitantes de Babilonia, contra sus oficiales y sus sabios.
36
Espada contra los impostores, y se volverán necios. Espada contra sus valientes, y serán destrozados.
37
Espada contra sus caballos y contra sus carros, y contra todos los extranjeros que están en medio de ella, y serán como mujeres. Espada contra sus tesoros, y serán saqueados.
38
Sequía sobre sus aguas, y se secarán; porque es una tierra de ídolos, y se vuelven locos por sus horribles ídolos.
39
Por tanto, allí vivirán las fieras del desierto junto con las hienas, también vivirán avestruces en ella; nunca más será habitada ni poblada por generación y generación.
40
Como cuando Dios destruyó a Sodoma, a Gomorra y a sus ciudades vecinasdeclara el SEÑOR ningún hombre habitará allí, ni residirá en ella hijo de hombre.
41
He aquí, un pueblo viene del norte, una gran nación, y muchos reyes se levantarán de los confines de la tierra.
42
Empuñan arco y jabalina; son crueles y no tienen misericordia. Su voz ruge como el mar, y a caballo van montados, alineados como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Babilonia.
43
Ha oído el rey de Babilonia noticias de ellos, y flaquean sus manos; la angustia se ha apoderado de él, agonía como de mujer de parto.